Nuestro Fundador


P. Francisco de Paula Vallet

El día 14 de junio del 1883, a las 9,30 hs. nacía en Barcelona (España), Francisco Rafael Luis, en el seno de una familia cristiana, y acomodada. Era Francisco el tercero de diez hermanos. Hizo sus estudios primarios en un colegio dirigido por los Hermanos de la Escuela Cristiana. Y los secundarios, con los Padres Jesuitas.
Paco, como lo llamaban, era bastante revoltoso y no muy aplicado ni constante en los estudios. Pero salía airoso en las pruebas, porque era inteligente. Desde niño se mostró alegre, inquieto, comunicativo y piadoso. Con el tiempo se fue haciendo su religiosidad más profunda. Inteligente, dotado de gran sensibilidad, era el hombre que se aficionaba:

  • Por todo lo hermoso.
  • Todas las bellas artes lo atraían.
  • Estaba dotado para la poesía y la literatura. Escribía y componía poemas.
  • También para la escultura y arquitectura.
  • La música le apasionaba y le encantaba componer sin haberse formado para ello.

Con el tiempo, como era un hombre recto, amigo de la verdad, de gran corazón, generoso e inteligente, pondría todas estas cualidades al servicio de cosas más profundas y serias, en las que se vería envuelto. De allí que:

  • La política le preocuparía enormemente
  • Los problemas sociales le hacían sufrir

1903 a 1906 -Período de estudiante de ingeniería. Por cierto difícil. Manifestaciones, huelgas y protestas, de todos contra todos, surgían por doquier. Paco, al igual que tantos jóvenes estudiantes con el deseo de “renovar todo”, se ve envuelto en las corrientes filosóficas, literarias y políticas de la época… Y entra en una crisis de fe. Buscaba llenar su corazón con cosas que luego lo frustraban y lo dejaban vacío e insatisfecho. No era feliz en medio de aquella vida agitada y halagadora.
Desengañado, en todos los terrenos, siente en él una imperiosa necesidad de soledad y silencio, de atracción por la contemplación u oración. El mismo llega a decir: “sin conocer los ejercicios espirituales cerrados, de los que nunca había oído hablar…, llegué casi a inventarlos”.

1907 – 25 de febrero. Comenzaba los Ejercicios Espirituales en la Santa Cueva de Manresa, donde siglos antes, tuviera San Ignacio de Loyola la experiencia espiritual que dejó plasmada en el libro de los Ejercicios. Y sucedió algo maravilloso: su conversión. Él mismo lo expresa así: “Y en aquella cueva, santificada por un héroe, me dieron muerte. Una muerte dolorosa, pero a partir de la cual mi fe resucitó. Los Ejercicios me habían resucitado a la vida del espíritu. Admirado veía Pentecostés perdurar sobre la tierra. Y allí, en mi retiro de silencio, soledad y oración, escuché el llamado de Dios. Ayudado por su gracia le consagré mi vida en el servicio a mis hermanos, los hombres”. ¿Cómo hacer?

1907 – 5 de julio. A los veinticuatro años de edad entra en la Compañía de Jesús, sacrificando su carrera de ingeniero y todo un hermoso porvenir humano, para iniciar la vida religiosa en el Noviciado que los Padres Jesuitas tienen en Gandía, Valencia.
Siendo estudiante, su celo apostólico y su deseo de difundir los Ejercicios lo llevan a organizar retiros cerrados que eran predicados por los Padres Jesuitas y a invitar a muchos hombres para que hagan esta experiencia.

1920 – El día 26 de julio fue ordenado sacerdote y el día 31 de ese mismo mes cantaba su primera misa en la fiesta de San Ignacio. Coronaba así trece años, marcados por graves enfermedades y por el duro trabajo de sus estudios. Su conversión había tenido lugar en los Ejercicios Espirituales y con ese medio de santificación y apostolado penetraría en toda la región de Cataluña.

1923 – El 25 de febrero predicó la primera tanda de Ejercicios en Cervera. A partir de esa fecha, durante cinco años dirigirá las CAMPAÑAS DE RETIROS ESPIRITUALES y la OBRA DE LOS EJERCICIOS ESPERITUALES PARROQUIALES en Cataluña.

En ese período:

  • Se utilizaron 23 casas
  • Se dieron 27 campañas
  • Con un total de 153 retiros y 12.600 ejercitantes

Por su gran celo apostólico, durante ese tiempo, fue absorbido por todos. No le dejaban tiempo para descansar. Su salud se resiente y sus superiores se dieron cuenta de su agotamiento y le impusieron un prolongado tiempo de reposo en Veruela, provincia de Zaragoza. Y es en este lugar donde recibe de Dios la inspiración de fundar la Congregación de los Cooperadores Parroquiales.

1928 – El 3 de mayo dejaba la Compañía de Jesús a quien amaba como a su Madre, para iniciar la nueva fundación. Con gran dolor dio este paso ya que siempre había soñado vivir y morir como Jesuita. Sin embargo debía responder a una nueva vocación y ser fiel al Carisma que Dios le inspiraba y ponía en sus manos de Padre y Apóstol.


1929
 – Estando en Roma, entra en contacto con Monseñor Fernando Damiani, Vicario General de la Diócesis de Salto, y providencialmente es incardinado en ésta diócesis de Uruguay. El 5 de junio de 1929, el Padre Vallet y sus primeros compañeros partían de Barcelona rumbo a Salto. Apenas llegó, buscó ganarse la estima de todos, y es así que la gente le ayudó a comprar una quinta en las afueras de la ciudad para transformarla en Casa de Ejercicios y que puso bajo el patrocinio de San José. Para el 15 de septiembre del mismo año, a menos de tres meses de su llegada, en la fiesta de la Santísima Virgen de los Dolores, predicó la primera tanda a los hombres de esta ciudad.

En este país de Uruguay desplegó una labor incansable, de un titán, ya que prácticamente estaba sólo y enfermo. Sus superiores eclesiásticos le aconsejan en 1932 regresar a Europa en busca de nuevos horizontes para la fundación.

1934 – Apoyado por un Obispo francés, Moseñor Pic, se instaló en Francia. Comenzó así el desarrollo de la Obra de los Ejercicios por el sureste de ese país.

1943 – Su vocación de Fundador se vio enriquecida con una nueva familia religiosa. A partir del 31 de octubre de 1943, los  Cooperadores Parroquiales tienen una Congregación hermana: las COOPERATRICES PARROQUIALES DE CRISTO REY.
Pasó luego a España, y se instaló en Pozuelo de Alarcón, Madrid, donde continuó gastando sus fuerzas con su gran celo apostólico. Allí aprovechó una nueva herramienta de evangelización, la radio, y dio una serie de Conferencias. Predicó en las principales parroquias de Madrid. Rápidamente es conocido y apreciado por muchos.

1947 – El intenso apostolado que desplegó en España fue consumiendo las pocas energías que le quedaban. El día 13 de agosto de 1947 murió predicando una tanda de Ejercicios Espirituales a los Padres Escolapios en Madrid. Murió en la brecha y como lo había deseado siempre, de pie, al servicio de los Ejercicios Espirituales para el bien de los hombres, y renovación espiritual de las Parroquias.
La vida terrena del P. Vallet terminó así, pero no terminó todo con ello. Su vida y su Obra continúan en el tiempo, la misión que Dios le confió se prolonga a través de las Congregaciones de los Cooperadores y Cooperatrices Parroquiales. A través de sus miembros débiles y limitados, pero elegidos y llamados por Dios, se va realizando el proyecto divino iniciado por el P. Vallet en Europa y América.
Actualmente las Casas de nuestros Institutos se encuentran distribuidas en seis países: Francia, España, Argentina, Uruguay y R.D.Congo (África).